Por: Pablo

Me encantan los comentarios impermeables a los hechos. Se demuestra que Ryanair tiene menos incidentes que otras compañías, pero insisten hablando de “abundantes problemas técnicos”, toma ya. Y abundantes portadas sensacionalistas, que son cosa de la prensa, y abundantes subvenciones, que son cosa del gobierno. Sobre si te hacen pagar dos veces, o seis, o no te dejan embarcar con el carnet de la biblioteca, o cobran doble a los pelirrojos zurdos, pues oiga, son sus normas, y parece que a los pasajeros nos gustan. Curiosa la queja sobre el inglés (que no es verdad) en un país con regiones que obligan al monolingüismo paleto en etiquetas y comercios. Yo desde luego prefiero imprimirme un papel (o ni eso, que ya existen los móviles), que pagar 30 pavos por un billete en el que otro ponga mal mis apellidos; prefiero meter los bártulos en un solo bulto y ahorrarme facturar; y prefiero rechazar lotería y cigarros mágicos que pagar por una comida que no necesito en un vuelo de dos horas. Y lo fantástico del mercado libre es que si otros prefieren lo contrario, son libres de volar por el triple y con más riesgo con otras compañías. Por cierto, con lo que cuesta un anuncio de tv de Iberia, se paga Ryanair los de prensa de todo un año, así que el ahorro sí es real.
Las asociaciones de consumidores son cada vez más como sindicatos al servicio del lobby de turno. No se molesten en denunciar para que una compañía cambie sus políticas, es mucho más fácil: dejen de usarla. Pero a juzgar por las cifras de Ryanair, parece que hasta a los de FACUA les gusta llegar a destino y escuchar “PAPARABAAAA PAPAPAPA PAPAAAAA… Wellcome…”